Ingredientes:
425 grs. de harina de repostería
425 grs. de azúcar
250 grs. de queso fresco batido
120 grs. de aceite de girasol
6 huevos tamaño L
4 manzanas reinetas
Un sobre de levadura Royal
Una pizca de sal7
Una cucharadita de canela molida
Ralladura de un limón
Para el glaseado:
Mermelada de melocotón
Preparación:
Precalentar el horno a 180º.
Montar los huevos junto con el azúcar hasta que esponjen y blanqueen. Yo lo hice en la amasadora Kenwood, pero sirve cualquier otro robot, (thermomix, batidora de varillas...)
Cuando estén bien montados los huevos, bajar la velocidad de la máquina e ir añadiendo el aceite en forma de hilo. Después hacer lo mismo con el queso fresco.
Personalmente, prefiero mezclar la harina con las varillas de mano, así controlo mejor que no se baje la mezcla. Mezclar la harina con la levadura y la pizca de sal y cernirla a la vez que la añadimos a la mezcla de huevos en forma envolvente, sin batir.
Engrasar y forrar un molde redondo desmontable de unos 28cm, con papel de hornear. Poner una primera capa de masa (mas o menos la mitad) A continuación poner una capa de manzana cortada en láminas. Añadir el resto de masa y por último otra capa de manzana (esta capa se pone lo mas bonita que podamos)
Hornear durante una hora y 10 minutos aproximadamente a 180º. Como siempre digo, esto depende de cada horno. Si véis que las manzanas se doran demasiado, ponéis un papel de aluminio, pero recordad no abrir la puerta del horno antes de los primeros 30 o 40 minutos.
Cuando al pinchar con una brocheta el centro, ésta salga limpia, es que está listo. Sacar del horno y pincelar con mermelada de melocotón disuelta en un poco de agua caliente. Gratinar hasta que nos quede un bonito color.
Sacar a una rejilla, dejar unos minutos de reposo y desmoldar.
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